Hay veces en las que.

Hay veces que me pongo a recordar viejos tiempos, ella no había entrado en mi vida todavía, todo era perfecto y me lo pasaba con los que antes eran mi vida genial. Ella entró, me separó de la mejor y arrasó con todo lo que pudo... No me di cuenta de que fui un puto paquete de pañuelos... Sin embargo mientras parecía que estaba en una nube, por lo menos, ella me lo pintaba así... era una puta tormenta de granizo. Fui una idiota... ¿Cómo no pude darme cuenta antes de lo que se me estaba echando encima? Transcurrido un tiempo, empecé a sospechar, no soy muy orgullosa, pero empecé a hacerme algo de rogar para que ella no me pisoteará... No funcionó en absoluto, lo empeoró. Conocí, a la persona que en este momento, es la más importante de mi vida, a la cual le debo haberme pintado algo de color mi vida grisácea... Supongo que por el iba sobreviviendo las burlas que esta chica provocó a base de mentiras y mierda... Todos me odiaban, estaban tres grupos; los que me creyeron, que sinceramente fueron muy pocos...;los que pasaron de ser mis mejores amigos a ser los que no me dirigían ni la mirada ni la palabra; y a los que les daba asco... Estos tristemente eran una mayoría... No llegué a hacerme daño porque la persona mas maravillosa del mundo me esperaba cuando trascurrieran cinco días, y por lo menos, podía olvidarme de todo lo demás unas 48 horas a su lado, que siempre son las mejores... Esto pasaba todas las semanas... Me consolaba sabiendo que cuando pasaran esos cinco días estaría con la persona que mas cariño me demuestra a lo largo de todos los días... Sinceramente no se que haría sin el, ya que cuando pasan dos horas sin hablar con el, le empiezo  a echar de menos... Se podría decir que es la fuente de vida que le da a mi cuerpo... Empecé a acostumbrarme de los famosos insultos como ''Gorda'' y ''Zorra'', con sus sinónimos... Llegué a estallar porque cada vez que intentaba hacerme respetar, la represarías eran cada vez peores... La última vez se llegó a empujones, más insultos que de verdad, me dejaban por los suelos, y constantes desprecios y vacíos en los que te sentías más sola que nunca... Todos en el centro, profesores, director, jefe de estudios... absolutamente todos sabían de mi caso, pero nadie hacía nada para que me dejasen en paz... Al mes caí en una depresión, estuve cinco días con miedo de ir al centro, porque se tomaron medidas, y a mi me atemorizaba pensar que podría suceder...Me cambié de instituto. En el que estoy actualmente estoy tranquila, bien, tengo a gente que me quiere, y me respeta. RESPETO, eso fue lo único que pedí en el antiguo centro y lo nadie me dio. Llevo ya un tiempo en este centro. Y al igual que el primer día, me sigo poniendo nerviosa al cruzar la esquina de la calle donde está. Quería darle gracias al chico por el que estoy completamente loca por ayudarme y apoyarme en todo. Muchas gracias cariño.